Desenvolvendo seu potencial criativo - Acompanhamento personalizado

La propuesta creativa que pretendemos comunicar ahora, tiene como centro, como origen como desarrollo y aun como resultado, fundamentalmente una palabra: DESORDENAMIENTO.

Pero, ¿cómo explicitar una concepción que aparentemente va contra todas las leyes de las ciencias naturales y humanas y del sentido común, que buscan primordialmente un orden en las cosas? Aún la ciencia del caos (1) y de la sinergética (2) que pretenden hacer comprensivos los fenómenos del desorden y la complejidad buscan en últimas devolvernos la garantía de que hay un orden inherente a los grandes fenómenos, una simetría de conjunto que llega a tener sus propias leyes (3). Entonces ¿ por qué plantear una teoría desordenadora de la realidad y del conocimiento?

Es más, en una época que pretende ser tan particular en la historia humana, al punto que se llega a afirmar que la humanidad está dando el salto más grande del cual se tenga noticia desde el paso del paleolítico al neolítico (4); en una época cuyo signo fundamental en el que todos parecemos estar de acuerdo, es la complejidad (5), el incremento de la dispersión, de la entropía (6), del cambio, ¿por qué atreverse a formular la necesidad del desordenamiento?

Un puñado de autores nos han precedido en esta tarea y hemos procurado ilustrar con sus ejemplos este escrito, y particularmente nos referiremos a algunos de ellos en las notas 3 a 29 del desorden número 5.2. Pero quizás ellos no se lo han propuesto de manera directa, o explícitamente no lo reconocen, o no conocemos bien su historia, o simplemente no sabemos de otras personas que hayan desarrollado en su vida o en su investigación procesos de desordenamiento.

Por eso a continuacion trataremos de exponer nuestras ideas sobre la creatividad como una propuesta desordenadora para la epoca (7). Usted puede leer en el orden o desorden que desee, saltando de uno a otro parágrafo sin rumbo fijo.

DESORDEN #1: ¿QUE ES DESORDENAR ?

Muy sencillo: Dar o atribuir un orden diferente a algo. Los problemas surgen cuando empezamos a preguntarnos qué es dar?, atribuir?, orden?, diferente?, algo?
A lo largo de este artículo trataremos de responder qué sentido tiene en nuestra concepción cada una de estas palabras. Por ahora divirtámonos un poco y tratemos de imaginar: ¿Qué pasaría si lo que tenemos ahí frente a nosotros, de pronto cambia de sentido, de lugar, de tiempo ... y de pronto sentimos que esos cambios no se operan sólo en esas cosas sino en nuestro vestido, en nuestra piel, dentro de nosotros mismos?. No sabemos qué siente usted pero algunas personas en este momento de concentración sienten que el cerebro se mueve, se encoge, se agranda ... algo sucede en ellos que les comunica que hay una especie de desorganización interna(1).
Entonces el desorden del que hablamos no es un simple cambio de lugar o de actuar o de ser que normalmente cae nuevamente en esquemas. Desordenar es sacudir la red simbólica en que nos movemos(2); y en este tipo de desorden toda la persona queda comprometida porque es toda la persona la que va a sentir el impacto, el remezón del cambio físico, contextual y de sentido. Desordenar es cambiar las concepciones que se tienen sobre las cosas.
Si nos preguntamos de cuántas maneras se pueden disponer tres objetos o cinco números, todavía el asunto es relativamente fácil; pero si la pregunta es por las jugadas posibles del juego de ajedrez, ya está más complicado. ¿ Cuán complejo será entonces preguntarnos por la variedad del tipo de disposiciones que podemos hacer de la realidad y aún de nuestra racionalidad? (3)

DESORDEN #2: ¿POR QUE DESORDENAR ?

"El pájaro rompe el cascarón, el cascarón es su mundo. Quien quiera nacer debe romper su mundo." (Herman Hesse).
Habría cantidades de cosas probablemente aburridas y densas para argumentar y justificar el desordenamiento. Invertimos mucho tiempo en buscar razones, que nos llevaban desde el reconocimiento de la hasta ahora imperiosa necesidad del ORDEN para la seguridad de la mente humana y de la sociedad (1); de la consecuente homogenización en muchas de sus versiones (2); del paradigma de verdad y objetividad trazada hasta hace poco por la ciencia (3); hasta la evidencia del desorden en sus más variadas manifestaciones (4).
No entremos todavía en el tema complicado; más bien metámonos en el mundo cotidiano, en el suyo si usted nos lo permite: ¿ Cómo funciona toda esa idea secular de orden, en la realidad que usted afronta diariamente? Acaso no sienten usted y los suyos que la vida al contrario de estar más ordenada, tiende a desordenarse? Ya son verdades cuestionadas que el determinismo es una ley universal (5), que la ciencia tiene un objeto seguro (6), que la idea del desarrollo va unida al progreso (7) y que éste , es el único mundo posible (8). ¿Entonces se justifica mantenernos instalados en el antiguo orden, o en el orden que nos asigne una sociedad que tampoco entiende cuál es el orden que debe imperar?
Es un hecho que la mayor parte de la humanidad se dedica a repetir un orden impuesto; es también un hecho que ese orden ya no funciona, pero también parece un hecho que la humanidad a pesar de ese aumento de desorganización, puede sobrevivir.
Si ya hemos experimentado el desorden en nuestro planeta, el desorden en nuestra humanidad y hemos sentido que es conveniente que se remuevan las estructuras, si pensamos que el equilibrio es muerte (9), entonces ¿ porque no desordenar?
Existe al menos una característica del ser humano que lo hace realmente diferente de los seres vivos: su capacidad para hacerse a sí mismo. ¿Cómo aspiramos a autoconstruirnos, si pretendemos repetir, replicar lo que los otros han hecho de sí mismos? Los órdenes están ahí, la humanidad y la naturaleza los han puesto, no precisamente para que los sigamos, porque estaríamos deteniendo el desarrollo humano. Están ahí como formas que se dieron los grupos humanos que nos precedieron; formas que les sirvieron a ellos para lograr su paso por la vida; ¿pero acaso esas mismas formas nos sirven a nosotros?; ¿acaso están hechas a nuestra medida?
Nuestra medida debe ser diferente de esas formas y por eso las debemos rehacer deconstruir, ampliar y en ocasiones destruir. La razón instrumental tuvo su época e intentó ordenar nuestro mundo y someternos a él (10). Ahora la razón no es suficiente y cuando todo nuestro ser más que nuestro sólo cerebro queda comprometido con nuestra vida, este solo hecho de sentido desborda los esquemas que se nos habían impuesto.

DESORDEN #3: ¿QUE DESORDENAR?

"Qué empobrecida quedaría la imaginación, si el mundo fuera tal como parece ser" (Durrell, en el Cuarteto de Alejandría).
Ya es bastante la gente (y muy seria por cierto) que pone en duda cada vez más cosas de las que nos veníamos alimentando o sobre las cuales veníamos soportando nuestras vidas.
Algunos las llaman paradigmas (1), otros, relatos (2) o categorías analíticas o epistemes (3), y hay quienes les dan connotaciones un tanto negativas, de obstáculos (4), fantasmas (5), o fetiches (6), pero lo común a todos estos términos que llamaremos en general, CONCEPCIONES, es que su solidez empieza a deteriorarse por las condiciones del mundo actual, en el cual ya no nos sirven para comprender y asumir una nueva realidad, entonces debemos develarlas, reconocerlas y variarlas sustancialmente. No vamos a mencionar las concepciones más comunes, las que están en boca de todos, así sea en teoría; éstas las dejamos para la imaginación del lector porque es claro que deben también entrar a desordenarse. Pero vamos a hablar de algunas concepciones tal vez más peligrosas pero que suenan bien, que son aparentemente inocuas, que se sustentan en recientes ideas humanistas y sin embargo se constituyen en bloqueos para una nueva concepción de creatividad.
Concepcion 1 a desordenar:
Como seres humanos, somos seres racionales, políticos, sociales; somos el más alto grado en la naturaleza y ésta se ha gastado todo su esfuerzo para llegar hasta nosotros. Naturalmente somos también seres inacabados, imperfectos, que estamos en la vida para realizarnos plenamente. Esta realización se logra por la cultura, el progreso, el desarrollo social.
¿Qué sucede con estas ideas cuando vamos dándonos cuenta que es el hombre mismo el que se ha ido construyendo? (1) ¿Que su paso por este planeta es un accidente más? (2) ¿Que la evolución de la materia de la vida y del pensamiento apuntan en múltiples direcciones y pueden producir mediante su juego de selecciones y mutaciones otras formaciones o destrucciones o especies en las que no cuenta tanto el género humano? (3) Qué pasa cuando el desarrollo del hombre se hace incierto y no sabemos a dónde vamos a parar porque la creación que hacemos es tan artificial y polimórfica que cualquier tipo de hombre sería posible?
¿Entonces hacia dónde tiende la perfección? ¿Cómo y cuándo es que vamos a terminar de estar acabados? Tal vez el prototipo actual de la humanidad es su potencialidad y el hombre como ser potenciable es una interacción biológico-cultural que no va hacia ningun estado definido de antemano sino hacia muchos posibles. La concepción historicista fue altamente responsable de ese direccionamiento que nos ha generado la sensación de posibilidades unicas, hasta incluso llegar a proclamar el fin de la historia (4).
Algún día el hombre podría dejar de ser político, podría dejar de ser social, porque perfectamente podría dejar de ser el hombre que es hoy día.
La categoría misma de hombre como problema filosófico como entidad sobre la que se pudiera hablar no existía hace algunos siglos y probablemente vuelva a no existir dentro de poco. (5)
El hombre hoy mismo está dejando de ser puramente racional. Nuevos paradigmas más holísticos le están permitiendo ser de otra manera más amplia en la que él está integrando muchos de los aspectos que antes no se consideraban de su propia naturaleza. (6) Surgen entonces otras formas de cognición y de inteligencia (7). Otras lógicas y racionalidades (8) y consecuentemente se irán abriendo otras formas de desarrollo humano.
Continuar basando el desarrollo individual y social en las carencias que tienen el hombre y la sociedad o en llenar supuestas aspiraciones o vacíos naturales, es seguir marcando a los seres humanos con el peso de la frustración, porque nunca se van a poder colmar todas esas necesidades. Hay que dar el salto de las carencias o la conciencia que se tenga de ellas, a las potencias con las que contamos y que usamos tan poco (9). Hay que pasar del recurso escaso que produce competencia, al recurso abundante (10). De las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) al Coeficiente de Potencial Disponible o Capacidad Potencial de Desarrollo (CPD) (11) y una manera de lograrlo es desordenando productivamente la concepción que los hombres y las comunidades humanas tenemos sobre nosotros mismos, y aún desordenando, desaprendiendo nuestra propia cultura (12). Si una comunidad pone en duda lo que cree ser y lo que cree no tener (13) seguramente empezará un camino de potencialidad y probablemente se enrumbará en una vía hacia su autodesarrollo, (14) conectada a una época mutante, donde las concepciones de hombre, especie y sociedad se extremecen.
Concepcion 2 a desordenar:
Existe sólo una realidad; una naturaleza, y la estamos destruyendo. Debemos ajustarnos al orden natural, para preservar lo que nos queda. La ciencia nos presenta ese orden objetivamente.
A pesar de que puede no ser lo más deseable, se ha disparado en la humanidad una dinámica que debe ser comprendida, más que rechazada o negada. La hemos querido llamar: LA CREACION DE ARTIFICIALEZA (1)
Es indudable que el hombre va creando otro mundo dentro de este mundo. Tratando de guardar las proporciones ante la inmensidad del cosmos, diríamos que la humanidad es como un grano en un inmenso arenal, que se va diferenciando de los demás a una velocidad mayor que la evolución de las otras cosas y afectando además lo que tiene a su alrededor.
De esta creación de mundo, ya sea fáctico, simbólico o social, dan cuenta muchas personas (2), que demuestran que no existe una sola realidad. Si esa construcción de otras realidades avanza en una proporción mayor que la destrucción de la única realidad antes existente, entonces ¿acaso debemos poner el grito en el cielo y pensar que este mundo se está acabando?. Podríamos poner el acento en otro lugar y más bien preguntarnos: ¿acaso para construir otras realidades no es necesario modificar parte de la realidad originariamente existente?.
James Lovelock, uno de los impulsores decididos de la ecología nos presenta un punto de vista mucho más abierto con ejemplos como el de la gran contaminación que produjeron los organismos aeróbicos sobre la tierra (3): Destruyeron o arrinconaron muchas formas de existencia que había sobre la tierra pero abrieron posibilidades a la vida vegetal, animal y humana, así como ahora nuestras invenciones e intervenciones sobre la naturaleza y la artificialeza pueden estar abriendo posibilidades a nuevas formas de vida o existencia.
El orden natural es un orden que también se va definiendo a golpes de evolución y en últimas, es el hombre (y sobre todo algunos hombres) el que le da sentido, el que define desde su punto de vista y desde sus instrumentos cuál es su organización interna. Podríamos imaginar ¿cómo se vería ese orden desde otra mirada y desde otros instrumentos?. La ciencia actual ya comienza a hacerlo (4) y nos dice que la realidad depende del observador (5), del ángulo de aproximación que se tenga sobre ella (6) y aún de los intereses,(7) concepciones y paradigmas (8) de los que participan los investigadores, los cuales hacen que estos vean lo que quieren ver, o que los más rigurosos lleguen hasta donde sus esquemas y sus instrumentos (tambien creación humana) les permitan llegar (9). Entonces, no existe un orden único ni verdadero ni una única y verdadera forma de observarlo.
Concepcion 3 a desordenar:
Debemos tener acceso a la cultura universal; democratizar el conocimiento para que todos podamos pensar y actuar más o menos de la misma manera y así poder entendernos, comprendernos y convivir en paz y armonía. La educación, la recuperación de valores y la cotidianidad son medios formidables para realizar este proceso de socialización.
Esta claro que los procesos de complejidad por aceleración del tiempo histórico, cada día se consolidan más (1). También que la experiencia acumulada ya no es el recurso que era antes y que un nuevo instrumento de existencia es la imaginación (2). ¿Entonces, por qué persistir en un recurso que nos es insuficiente?. Ante la complejidad del contexto, nuestra respuesta es la complejidad de nuestros puntos de mira y esto por ahora debe ser una mirada compleja en colectivo que se logra diferenciando nuestros puntos de vista, divergiendo del centro, mirando cada uno diferentes aspectos del fenómeno. Nuevos signos de la época parecen ser la DIVERSIDAD y la DIFERENCIA (3); Y para construirlos, además de partir de la experiencia y del conocimiento universal, debemos contar con nuestro propio conocimiento, con el sentido propio que podamos incorporar a las cosas.
La democratización del conocimiento que se pretende hoy día parece más un coletazo de la homogenización que una preparación hacia el futuro y aún hacia el presente. Deberíamos hablar más bien de la democratización del conocimiento creativo (4), entendido éste como un concepto más abarcante del ser humano sobre todo en su sensibilidad y en su potencialidad (5). Es salir de la periferia de la cultura, de su mera transferencia, al laboratorio de su procesamiento y su producción. Y si muchos más hombres comenzamos a producir conocimiento, a producir cultura, ya no podremos hablar sólo de igualdad sino también de diferencias y nuevas formas de relación podrán comenzar a establecerse entre los hombres.
No hablaremos entonces solamente de consenso, de acuerdos, de puntos que nos unen, de perfiles de hombre, de formulas de entendimiento (6), sino además de conflicto productivo (7), de atractores caóticos (8), de reguladores u ordenadores sinergéticos (9), de aproximaciones tangenciales (10), de comunicabilidad de complejidades ininteligibles (11), o de inconmensurabilidad (12).
Así la cotidianidad, no será una sopa rutinaria de repeticiones(13), sino un espacio de negociación de significados (14), de construcción de sentidos, donde tanto lo ordinario como lo extraordinario se integren en la persona humana (15). La educación no será el aburrido repetir del conocimiento y de la desintegración humana, sino un espacio para la construcción del hombre (16) y un foro de cultura (17) donde se den cita todas las diferencias posibles. Así no viviremos seguramente en la pretendida armonía y paz y justicia social, cuyos moldes ya se resquebrajaron, sino que viviremos en la eclosión permanente de la vida y el saber. Ya el mundo está en movimiento ahora nos toca a nosotros aprender a sobrevivir grata y productivamente en la incertidumbre, y así los valores en vez de conservarse o recuperarse, uno a uno deberán ser construidos (18).
NOTA: Otros desórdenes y más cotidianos, aparecen al final del desorden número 5.2.

DESORDEN #4: ¿PARA QUE DESORDENAR?

"Sólo es posible transformar la realidad viéndola de otra manera". (Kafka).
Viendo un partido de fútbol uno se da cuenta que el jugador que no es capaz de desordenar la situación (el espacio, la disposición, los contrarios ... ) no es efectivo. En el arte en todas sus manifestaciones vemos la necesidad del artista por hallar caminos o disposiciones no regulares, no ordenadas de manera predeterminada. La ciencia creadora busca siempre nuevas visiones sobre las cosas(1). ¿Por qué en la vida cotidiana nos empeñamos en abordar las cosas siempre de igual manera? La vida diaria nos tiende una doble celada: O bien el orden excesivo que nos rutiniza y nos hace caer en el hastío, la desesperanza, la desmotivación, o bien el desorden sorpresivo que nos descompone, nos transtorna completamente hasta desmoronarnos. Desafortunadamente la vida diaria no parece tener términos medios.
"Crear, es deshabitar de la vida diaria, para entrar en relación con mundos posibles que son invisibles para el no iniciado" así habla Luis Carlos Restrepo en un artículo suyo que es todo un elogio del desorden (2), donde nos propone alimentarnos de él y es aquí donde adquiere más sentido nuestra propuesta, porque hablamos para el ciudadano común y corriente, para usted y los suyos y la gente con la que usted trabaja.
Si adoptáramos la lógica del desorden, del que George Balandier dice que es "portador de un infinito de posibilidades"(3), podríamos comenzar a ser nosotros mismos, a sentirnos más autónomos, a ser nuestro propio referente.
Entonces, ¿para qué desordenar?: Para poder vivir creativamente en la situación de incertidumbre que nos plantea esta nueva época (4).
Nuestra propuesta es prácticamente dar un salto en nuestra mentalidad, desabrocharla de la rigidez que traía por estar apegada a parámetros que ya no funcionan. Si aprendemos a desordenar, podremos adentrarnos en las complejidades que son el panorama del presente y del futuro. Podremos comprender las herramientas que nos construyen las ciencias del caos las complejidades y la sinergética (5) y así el desorden no nos tomará por sorpresa ni podrá descomponernos. Si nos decidimos a desordenar podremos pisar sobre los mundos móviles que serán cada vez más el pan de cada día. Pero sobre todo, si aprendemos a desordenar aprendemos a configurar (6), a ver de otras maneras, y mucho más de lo que hay; a construir mundos posibles; y esto tendrá un efecto poderoso sobre nuestra cultura, sobre nuestro ser latinoamericano ; pues como ya sabemos, el desarrollo no se basa más sobre las materias primas ni sobre la producción ni sobre los obreros de overol (7). La producción se desmaterializa, se tecnologiza, se profesionaliza y la riqueza actual de la humanidad ahora es el conocimiento y la diversidad (8).
Si comenzamos decididamente a producir conocimiento, estaremos produciendo tecnología; lo cual unido a nuestra biodiversidad y a nuestra "logodiversidad" (9) nos dará al menos el poder de ser por nosotros mismos sin requerir de dependencias ominosas ni transferencias condicionantes. Pero aún, si todo esto no fuera posible con el simple ejercicio desordenador, ya que no ha sido hasta ahora demostrado, al menos conquistaremos nuestra propia autonomía como personas, nuestra propia felicidad en la inseguridad, pues esto si es ya un hecho cumplido en quienes lo han experimentado.

DESORDEN #5: ¿COMO DESORDENAR ?

¿Que pasaría si niego los principios de la lógica formal y de ahí derivo una argumentación? : se crea un mundo diferente. Así surgió "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll.
La forma de desordenamiento que proponemos, tiene que ver directamente con el origen de nuestro conocimiento; con la forma en que abordamos la relación con lo existente. Entonces hagamos un breve interludio sobre la idea de conocimiento que esta a la base de nuestra propuesta.

Desorden #5.1: Las formas de conocer

Ya hemos mencionado diferentes realidades (fáctica, social, simbólica) y sabemos que existen muchas otras, ordinarias y no ordinarias, de base puramente material o intelectual (1), mística (2) o mágica (3), mítica (4) o virtual (5) ... y también hemos ido aceptando hoy día diferentes racionalidades (6) para poder participar de esas realidades. Entonces la idea de conocimiento que teníamos hasta ahora, ya no es suficiente.
El idealismo decía que la única realidad eran las ideas; lo externo, lo que usted vé, toca y siente era como una ilusión ... un reflejo de ese mundo ideal.
Para el representacionismo (7) en todas sus versiones, el mecanismo es prácticamente al reves: Existe una realidad, presente como tal, que penetra a través de nuestros sentidos y se representa de alguna manera en nuestra mente o en nuestro cerebro.
Hay variantes en estas concepciones y éstas dependen en gran parte de las disciplinas que participan en esta investigación, como la epistemología (o ahora más la filosofía de la mente) la psicología (en varias de sus ramas), la inteligencia artificial, las neurociencias, la linguística y la antropología entre otras.
En general las diferencias se dan más en los terrenos de la transmisión de mensajes, en la transferencia de ese conocimiento o aún en la forma de obtenerlo (8).
Hay sin embargo nuevas teorías que se sitúan en el borde de los modelos de conocimiento comentados, si se quiere, en el filo de la navaja. Se trata de investigadores que han participado activamente de la revolución cognitiva (9), en una corriente que sin descuidar las relaciones mente-cerebro y el estudio serio de los dos, aborda al hombre como un ser biológico-cultural cuya historia específica como individuo cuenta de manera esencial en la cognición y en el aprendizaje. Hablamos en concreto de las teorías de las "propiedades emergentes" y la "teoría enactiva del conocimiento" (10).
En un breve resumen, podríamos decir que así como los organismos vivientes (el hombre incluido) tienen los elementos suficientes para autoproducirse (autopoiesis en la concepción de Humberto Maturana (11)) y así como establecen una relación de intercambio de energía con el medio (característica de los sistemas abiertos), participan también de la producción global de realidad. Es decir, no son pasivos, no están ahí de balde, y así como toda su unidad participa de su autoproducción (y autoorganización, autoinmunización y aún autorregeneración (12)) también todo el sistema (en especial el sistema nervioso) participa de la cognición.
Podríamos decir que la acción autónoma del organismo produce momentáneamente la EMERGENCIA DE UN ESTADO GLOBAL (13) en su interior, que construye buena parte de la realidad con la que ha establecido en ese momento una relación.
Digámoslo con un ejemplo: El ojo es sólo una parte de la visión, la mayor parte de lo que aparentemente ve el ojo, de lo que siente usted como conocimiento al mirar, NO ESTA EN SU RETINA; lo agrega su organismo global, su historia biológica y cultural personal, literalmente EMERGE de usted mismo.
Las ideas representacionistas pierden así fuerza, pues de un lado sólo se puede representar exactamente lo que está definido (14) y como ya mostramos al principio de este interludio, la realidad no es única ni parece que sea tal cual o exista como tal; y de otro lado, si el organismo tiene una acción preponderante en la construcción de ese conocimiento (15) ¿qué sería lo que se terminaría representando?
Sin embargo aquí surge nuestra posición crítica a las teorías emergentes y enactivas y a todas las posiciones que dan por descontado que un hombre cualquiera construye conocimientos; que crea significado o sentido; que cualquier hombre de la calle es creador de cultura.(16)
En principio, SI!; cualquier hombre tiene capacidades suficientes para ello y lo hemos afirmado varias veces en este escrito. Hemos hablado de potencialidad en la especie humana, más que de limitaciones o de necesidades. Pero para explicar el CÓMO del desordenamiento, nos toca desafortunadamente desmitificar el género humano, aún en ese campo de su potencial, afirmando que todo su poder ha sido frenado, bloqueado, impedido, por un condicionamiento que se le impone desde antes de nacer y se refuerza a medida que transcurre su existencia (17).
Nacemos con demasiados programas (o uno de ellos, pero sólo uno es la posibilidad de crear, de ser autónomos), y la vida diaria nos va envolviendo en muchos otros. Es tal el vértigo del programa que terminamos alimentándonos de él; lo buscamos, lo deseamos, lo necesitamos como algo vital (18).
Así entonces toda nuestra experiencia humana, más que una historia de autoconstrucción, de autopoiesis, se convierte en una reproducción diaria de esquemas que nos empeñamos en cumplir con la mejor intención; que nos impulsan a nuestra supuesta realización pero que a la postre terminan reventándonos. Así nuestro propio yo va quedando excluido, fuera de nosotros mismos, aislado de nuestro organismo del que abusamos para poder responder a la sociedad. Sería fácil presentar numerosos ejemplos de esta extrañación, disociación, desintegración, pero por razones de espacio lo dejamos a la imaginación del lector. Lo que importa ahora es mostrar cómo opera ese proceso lamentable en términos de conocimiento.
Si pensamos y actuamos por patrones externos, si la humanidad tiende a establecer una sombra de homogeneidad sobre cada uno de nosotros, es lógico que nos ha ido sirviendo una serie de patrones de conocimiento, nos ha ido introyectando tanto las herramientas para conocer o reconocer, como los modelos que debemos apropiar; y así, ni siquiera terminamos "capturando" la realidad (o lo que se nos ha dicho que ella es) sino, las CONCEPCIONES DE REALIDAD que la humanidad o los grupos hegemonizantes han tenido o tienen. No captamos el mundo sino modelos que se tienen sobre el mundo. (19)
Podemos aplicar a nuestro mecanismo cognitivo normal lo que Kuhn afirma de los científicos: "Elegimos los datos que se adecúan a nuestros paradigmas, somos ciegos a lo demás" (20).

Desorden #5.2: ¿Como desordenar el conocimiento ?

"La historia de la ciencia, en su capítulos más revolucionarios, está repleta de ejemplos en los cuales las ideas a la mano y la información recién adquirida son desplazadas, reorganizadas, desconocidas o exageradas, permitiendo así nacer, a una novedad que de otra suerte quedaría sepultada bajo montañas de información".(1)
Nuestro equipo de investigación cuenta con un buen catálogo de procesos y aún de procedimientos para desordenar. Los llamamos desordenadores, disparadores de desorden, aceleradores ... pero no se trata aquí de dar fórmulas para caer de nuevo en esquemas. A lo sumo plantearemos algunos elementos que el lector pueda desordenar a su acomodo.
Si como se ha visto, contamos con altas capacidades creadoras, pero estamos impedidos para usarlas, esto es como si tuviéramos mucho dinero pero en un sitio donde no hay nada que comprar; o que estuviéramos en una cárcel y contáramos con mucha fuerza pero allí no hay barrotes para doblar; es otro estado de encierro ... entonces, qué hacer? (2)
Probablemente bordear el camino, no seguir el sendero trazado (el del dinero o el de la fuerza en nuestros ejemplos) irnos al margen de la situación, buscar alternativas en otros terrenos que aparentemente no tengan nada que ver con lo que estamos afrontando.
Algunos autores se han aproximado a procesos desbloqueadores del conocimiento, en búsquedas que tienen que ver con el desordenamiento o que se le acercan.
Ilya Prigogine en su propuesta de aplicación de la termodinámica de los procesos irreversibles a la creatividad (3). Jerome Bruner y más concretamente Nelson Goodman en su construcción de mundos posibles (4). Douglas Hofstadter en sus deslizamientos creativos y sus procesos de autorreferencia o bucles extraños (5). Manfred Max Neef y sus matrices de necesidades y satisfactores (6). Benoit Mandelbrot y sus diseños fractales (7). Carlos Castaneda en su penetración a realidades no ordinarias (8). David Bohm y David Peat en cómo superar los bloqueos a la creatividad (9). Paul Feyerabend y su teoría anarquista del conocimiento (10). Edgar Morin y Jorge Wagensberg y Herman Haken en la búsqueda de un paradigma de la complejidad (11). Katherine Hayles y sus desnaturalizaciones (12). Luis Carlos Restrepo y su elogio del desorden y la incorporación de la ternura (13). Francisco Varela y Humberto Maturana en su teoría biológica del conocimiento (14). El equipo CEPAUR de Chile (Magendzo, Elizalde) y sus propuestas de nuevos paradigmas (15). German Rey y el pensamiento en los márgenes (16). Krishnamurti y Antony de Mello y su desprogramación y descondicionamiento del pensamiento y del cerebro (17). Fernando Savater y su visión alternativa de la ética (18). M. S. Escher y su ruptura de la simetría de la percepción por fluctuaciones (19). Ervin Laszlo y su gran salto y el modelo Fenix (20). Gianni Rodari y Julio Cortazar y su literatura fantástica (21). Karl Pribran y David Bohn y su paradigma holográfico (22). Jean Francois Lyotard y la paralogía y los desvanecimientos de los grandes relatos (23). Las propuestas de los constructivistas radicales (24). Las nuevas visiones de organización de Hammer y Drucker (25). Las falsaciones de Karl Popper (26). Antanas Mocus y la rupturas de redes de significado (27). Las propuestas de Barker en "Paradigmas" (28) y en general los hombres que han hecho de su vida e investigación un intento de desordenamiento en las artes, ciencias, filosofías occidentales y orientales.
Nosotros hemos querido hacer hincapié fundamentalmente en una de las formas existentes para liberar nuestro condicionado conocimiento. El desordenamiento de la realidad que vemos, tocamos, palpamos, o sea la realidad que según lo que hemos dicho antes, no es necesariamente la única realidad pero se nos ha impuesto como tal.
Siendo que todos consideramos como "existentes tal cual" todas las cosas que vemos y que además creemos como verdaderas muchas otras que no vemos, entonces prácticamente todo está sujeto a ser desordenado; cualquier cosa es susceptible de adquirir otra disposición, otra organización.
Cualquier elemento, de cualquier realidad, aún de la realidad de los sistemas formales que son tal vez los constructos más simbólicos y seguros que existen (29).
Sin embargo, por razones tácticas proponemos comenzar por desordenar lo que tenemos a la mano: los objetos que nos rodean, los espacios en que nos movemos, las costumbres más cotidianas, nuestras propias necesidades fisiológicas, nuestro vestido, las verdades, creencias o principios comunes y corrientes sobre los que fundamentamos nuestra vida diaria.
Para terminar, podríamos mencionar entre otros DESORDENADORES:
Cambios de perspectivas sobre las cosas. Tratar de verlas por otros lados, al revés, por dentro. Cambios de lugar o disposición de las cosas mismas. Dudas sistemáticas aún de las más firmes creencias o del sentido y significado que hasta ahora le dábamos a cada elemento de nuestra vida. Desvíos o variaciones en nuestro comportamiento normal; en nuestra acción rutinaria. Reducciones o ampliaciones del espacio y del tiempo. Distanciamiento en las necesidades corporales. "Ver" o sentir mucho más de lo que normalmente vemos o sentimos o lo contrario. Quitar partes esenciales de un todo y pensar cómo funcionaría aquello o agregarle un elemento que no tenía normalmente. Llegar los umbrales, a los límites, a las fronteras. (32) Juegos "caos" o desordenadores (33) y la lúdica en general. Separar lo que está unido. Unir lo separado. Desarrollo de sensibilidad a todos los niveles y de erotismo. Metáforas, meditación trascendental. Lenguajes alternativos, contacto con la naturaleza o con lo no ordinario. La soledad. Simulaciones críticas (34). Las preguntas y los problemas (35). La magia, el arte y la literatura o lo que nos transporta a otro mundo y nos produce reales conmociones: (La muerte, el dolor, la gran felicidad. El vacío, el conflicto, los desafíos, los golpes de la vida). Que se nos remueva el piso. Desconexiones de todo. Desprendimiento, despojo. Ficción, fantasía. Generación de campos semánticos (36) y toda clase de elementos o momentos generadores (37), parar, parar, detener la acción o el pensamiento. Propuestas y proyectos que tengan continuidad (38). Capacidad de decisión permanente. El mayor número de decisiones posibles por unidad de tiempo. Toda clase de desprogramación que libere nuestros tiempos y movimientos y en general desordenar cualquier cosa que hagamos, sintamos o pensemos una vez que nos hemos convertido en desordenadores de nosotros mismos.
NOTA: Con respecto a otras herramientas de la Pedagogia del Caos Ver el documento "Pedagogia del Caos " de J.V Rubio.

DA OBRA: CREATIVIDAD UNA NUEVA CONCEPCIÓN PARA UNA NUEVA ÉPOCA (Creatica)

Por: José Vicente Rubio.